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Comisión contra las agresiones sexistas de la Asamblea de Mujeres de Bizkaia
No más violencia hacia las mujeres
Domingo 21 de diciembre de 2008
Este 25 de noviembre los números volverán a hacer ruido. Sonarán de nuevo a golpes, amenazas, violaciones y muertes. Anunciarán una vez más que la violencia contra las mujeres sigue siendo una triste realidad en nuestra sociedad. Sonarán y muchas de nosotras sentiremos de nuevo esa mezcla de dolor, rabia, y tristeza.
Este 25 de noviembre cientos de mujeres, y cada vez más hombres, saldremos de nuevo a la calle a gritar un NO claro a la violencia contra las mujeres y exigir el fin de esta lacra, no sólo porque sea un acontecimiento a nivel internacional, sino porque aunque no se vea trabajamos en ello todo el año.
Son múltiples los espacios y las formas en que las mujeres feministas hemos analizado y denunciado este problema social. Nos hemos manifestado, concentrado, hemos desencadenado procesos de mayor alcance para todas las mujeres al empujar a las instituciones a dar pasos y exigir la transformación de leyes, códigos civiles y procedimientos administrativos. Muchas de las propuestas feministas han logrado despertar a una parte importante de la sociedad para que responda ante la violencia machista. Y esto es un logro innegable del movimiento feminista.
La movilización de 25 de noviembre es una prueba de ello. No estamos todas las que somos ni somos todos y todas las que nos gustaría ser pero... hemos pasado de micromanifestaciones a algo más potente ¿o no?. Todo esto es un avance indudable pero pone en el centro del debate otros desafios
Y es que literalmente hablando, los formalismos matan, los planes de igualdad se implementan a ritmo tropical, la burocracia institucional no entiende lo que no tipifica, las leyes contra la violencia sexista son de risa, las responsabilidades se olvidan en cuanto pasa la temporada electoral y la indiferencia o al menos la no implicación de la población, roza lo vergonzoso. Puestas a denunciar podemos decir que ningún plan ni plus va a hacer que desaparezca el derecho adquirido que tienen los hombres de poder desnudarnos con la mirada, de usar lenguaje obsceno y sexista, de mirarnos el culo y de poder intimidarnos por la noche cuando regresamos solas a casa. Estas son, digamos, las cosas de todos los días.
En el año 2006, 3700 denuncias por agresión en la CAPV, el 42% de menores de 32 años; 187 casos en Bilbo en los últimos 11 meses, de ellos 44 menores de 25 años. ¿Qué está pasando?, mejor dicho, ¿qué no ha dejado de pasar?, teniendo en cuenta que las grandes cadenas televisivas, convierten en ocio la desaparición de una adolescente de 18 años...
Es básico y urgente abrir un debate en la sociedad que posibilite un cambio en las relaciones entre hombres y mujeres, un cambio que no permita conductas violentas y que ayude a romper con la violencia sexista. Es urgente una educación afectiva-para las emociones basada en otros valores que rompa con los estereotipos, los roles impuestos y las ideas machistas que subordinan a las mujeres con respecto a los hombres. Y esto ha de darse en todos los ambitos de la sociedad. Exige un cambio en el modelo de relaciones personales donde la autonomia de la persona no desaparezca (“digas lo que digas tu siempre serás mia- Julieta Benegas”). Exige romper con la complicidad entre los varones -por ejemplo dejar de contar y de reirse con determinados chistes- romper con determinados patrones de comportamientos...
Y aún teniendo muy claro que la responsabilidad de la agresión es siempre de quien la ejerce y no de la víctima...es necesario un mayor empoderamiento de las mujeres, un desarrollo de la autoestima, una apuesta por ser lo que realmente una desea (sin tí no soy nada -Amaral).
Y ha de ser ya. Porque más de la mitad de la población soporta, soportamos, en mayor o menor grado esa violencia. Es hora de ponerse en marcha. Para que los números dejen de hacer ruido. Y daño.