Mujeres debaten despenalización de aborto terapéutico en Nicaragua y El Salvador

Beatriz Menjívar. Redacción Diario Co Latino

El Salvador ha sido sede, por dos días consecutivos, del “II Encuentro Binacional por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Eugenésico y Ético entre Nicaragua y El Salvador”.

En el encuentro participaron diversas instituciones y organizaciones que, en conjunto con especialistas de Colombia, México, República Dominicana y Estados Unidos, debaten las consecuencias de la penalización absoluta del aborto en la vida y salud de las mujeres, así como de los médicos.

“Lo que nos convoca es la lucha por los Derechos Humanos, el derecho a la vida y la salud de las mujeres. El Salvador y Nicaragua cuentan con una penalización total del aborto, que deja a las mujeres y niñas que tienen un embarazo producto de una violación, indefensas totalmente”, explica Mayté Ochoa, del Grupo estratégico por la defensa del aborto terapéutico en Nicaragua.

El Salvador y Nicaragua son dos países con leyes totalmente restrictivas que condenan con cárcel el aborto en todas sus expresiones, aún cuando la vida de la madre está en peligro o el feto tiene malformaciones congénitas.

“Nos hemos reunido para discutir sobre estrategias que nos permitan sacar adelante el tema del aborto terapéutico, queremos empezar a hablar de este tema y quitarnos el miedo, porque no podemos avanzar jurídicamente si no se ha despenalizado las mentalidades de la gente, necesitamos combinar estrategias binacionales para ver como avanzamos en esta lucha por la despenalización”, afirma Ochoa.

“Estamos debatiendo lo básico. No es una lucha entre vida y muerte, es una lucha entre vida y vida. No es que seamos abortistas porque nos gusta, a ninguna mujer le gusta llegar a esa etapa, pero si la vida esta en peligro es necesario. Si una mujer se muere, se muere el feto también, y eso no se dice”, afirma Ochoa.

La penalización del aborto terapéutico aumenta el riesgo de que las mujeres mueran por falta de acceso a servicios médicos, a la vez que el riesgo incrementa en las mujeres pobres porque no tienen recursos para tratarse.

La posición de Ochoa es reforzada por Rosa Gutiérrez, del grupo Católicas por el Derecho a Decidir, quien afirma que es “necesario que se hable en voz alta del aborto” y se brinde información puesto que es un tema que se ha tenido escondido “bajo las piedras, en los baños y los basureros” exponiendo doblemente la vida de las mujeres.

“Debe haber apertura en el tema de educación sexual, para que los jóvenes sepan las consecuencias y riesgos de iniciar su vida sexual temprano. Pero esa iniciativa sólo se puede tomar a través de la información porque se van despejando las dudas y tabúes”, concluye Gutiérrez.