La AMB-BEA inicia una campaña por el reconocimiento de las víctimas de la violencia sexista

Con el objetivo de recuperar la memoria histórica de las mujeres, la Asamblea de Mujeres de Bizkaia-Bizkaiko Emakumeen Asanblada (AMB-BEA) ha iniciado una campaña en la que pide al Ayuntamiento de Bilbao el cambio de nombre de una plaza de la villa que pasaría a llamarse “plaza 25 de noviembre”; Día internacional para la Eliminación de la violencia contra las mujeres y la creación de un monumento homenaje a las mujeres que han luchado por ser dueñas de sus vidas. La campaña se presenta con este comunicado público que da inicio a la campaña de recogida de firmas de apoyo a dicha iniciativa. Firmas que se pueden realizar en http://www.ambbea.org/node/20 .
Dentro de la campaña se acudirá a la manifestación el día 25 de noviembre convocada por la unitaria Coordinadora Feminista de Bilbao. Así mismo en fechas cercanas a este día internacional se realizará un acto de ocupación de las calles en denuncia de la violencia machista y patriarcal.

Además, la campaña contará con dos conferencias de debate sobre los temas de referencia:

 Día 23 de noviembre. “La violencia símbólica” a cargo de la filósofa feminista Victoria Sendón.

 Día 24 de noviembre, “La memoria histórica de las mujeres” por Miren Llona, historiadora feminista.

Ambos actos tendrán lugar en el edificio de La Bolsa, c/ Pelota. A las 19:00 horas.
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“Creemos que es necesario que en el espacio público de Bilbao se cree un lugar para el reconocimiento de la memoria colectiva de las mujeres víctimas de la violencia sexista y consideramos que la creación de un lugar de memoria es un instrumento imprescindible para que la violencia contra las mujeres no sea jamás olvidada y para fortalecer el proceso de deslegitimización de la violencia sexista” afirma Maitena Monroy de la Comisión contra la violencia sexista de la AMB-BEA.

La violencia contra las mujeres es, según la ONU, la violación de los Derechos Humanos más extendida y silenciada a lo largo de la historia

El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134 la Asamblea General de la ONU declaró el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer. La violencia contra las mujeres es una herramienta universal del machismo para lograr la subordinación de las mujeres. Una violencia de tal magnitud, que la ONU la considera la violación de los Derechos Humanos más extendida y silenciada a lo largo de la Historia.

En todo el mundo, miles de mujeres son asesinadas, violadas, mutiladas, maltratadas y privadas de los derechos más elementales como el derecho al alimento, a la salud y a la educación. Es pues, la violación de los Derechos Humanos más extendida global y localmente.

Global y localmente porque la violencia contra las mujeres es una herramienta universal, que también a nivel local produce injusticia y muerte. Aunque las estadísticas no reflejan la realidad, puede servirnos de indicador que en lo que va de año en Euskal Herria se han producido hasta el momento 5 asesinatos de mujeres por violencia sexista, unas 60 -el número crece de día en día- en el Estado Español (629 del año 2000 al 2009 según un informe realizado por el Instituto Universitario para el estudio de violencia –ICRS). Y sin embargo, esta violencia ni de lejos ocupa en las agendas políticas y en el “ranking” de preocupación de la ciudadanía el lugar que ocupan otras violencias políticas menos extendidas y menos sangrientas.

En la Asamblea de Mujeres creemos que la erradicación de esta violencia es responsabilidad de todas las instituciones, agentes sociales y de la ciudadanía y pensamos que ha llegado el momento de poner en marcha formas de reconocimiento explícito de las víctimas de la violencia sexista y de rendir homenaje a la lucha de las mujeres contra esta violencia. Lucha que, no lo olvidemos, se ha llevado a cabo desde el principio de la historia y de forma pacífica.

Dado que el silencio y la invisibilidad son herramientas eficaces en la perpetuación de esta violencia, es, sin duda absolutamente necesario recuperar la memoria histórica para acabar con la impunidad del machismo. Recordar la lucha realizada, porque el discurso institucional y de los medios parecen sugerir que la lucha por la igualdad es algo nuevo, olvidando toda nuestra historia de lucha y resistencia, y negándola. También consideramos necesario que la huella de la violencia sexista se haga visible, lo que ayudará a romper la complicidad social con la que muchas veces cuentan los agresores.

A lo largo de la historia, las mujeres hemos padecido violencias, pero también nos hemos rebelado, contra un sistema de organización social que nos negaba nuestros derechos más elementales como seres humanos. Sin embargo, ni el sufrimiento -que la desigualdad ha generado- ni la lucha pacífica por la igualdad han tenido un
reconocimiento suficiente por parte de los poderes públicos. Este déficit de legitimidad
es, en buena medida, responsable de que esta violencia sistémica se perpetúe, de que no
quede recogida en nuestra memoria colectiva y de que, incluso para algunas personas, la violencia contra las mujeres sea un factor nuevo, aislado e incomprendido en su
dimensión estructural.

Creemos que es necesario activar, en nuestro municipio, procesos de elaboración de la
memoria de las víctimas de la violencia sexista. De esta manera, pretendemos contribuir a la construcción de la memoria histórica de las mujeres de Bilbao. Este proceso exige ganar presencia y autoridad en el espacio público.
Pretendemos crear ’lugares de la memoria’ en nuestra ciudad como espacios físicos cargados de valor simbólico. En ellos, la sociedad democrática trata de poner énfasis y de subrayar aquello que es importante para todas y todos desde el punto de vista de los valores y de los derechos humanos.
Por todo ello, creemos que es necesario que en el espacio público de Bilbao, se cree un
lugar para el reconocimiento de la memoria colectiva de las mujeres víctimas de la
violencia sexista.
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Somos conscientes de que una de las complejidades más grandes que entraña la lucha
contra la violencia sexista es, precisamente, la prevención de la misma. Creemos que
para impulsarla es imprescindible fomentar un cambio de valores culturales que garantice el acceso de toda la ciudadanía a la igualdad. La violencia de género sigue
siendo uno de los mayores obstáculos, que nos impide a las mujeres ejercer nuestros
derechos como ciudadanas. Exigimos romper con el silencio y con la impunidad y planteamos que se haga visible la huella que la violencia sexista ha dejado en nuestra memoria social. La creación de un lugar de la memoria que posibilite el reconocimiento a las víctimas de la violencia sexista nos ayudará a romper la complicidad social con la que muchas veces han contando los agresores y, también, a que la sociedad realice el trabajo de duelo que las víctimas se merecen.

Por ello, vamos a solicitar que la plaza San Vicente, de Albia, en Bilbao, pase a llamarse PLAZA 25 DE NOVIEMBRE, y que en una placa adjunta pueda leerse “Dia internacional de la Eliminación de la violencia contra las mujeres”. Esperamos que el Ayuntamiento organice un concurso para la creación de una escultura en dicha plaza: creando así un lugar de la memoria simbólico que, por un lado, dé reconocimiento a las
víctimas de la violencia sexista y por otro, sea un homenaje a todas las mujeres que han luchado para ser dueñas de su propia existencia.

Contra la impunidad machista por el reconocimiento a las victimas de la violencia sexista, yo no agredo, ni autorizo, ni permito la violencia contra las mujeres!