Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza responde declaraciones a Ministro Gallardón

La Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza, manifiesta su rotundo rechazo a que el Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, acate las presiones de los dirigentes de la Iglesia Católica en la “contrarreforma” de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

La Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza denunciamos que el Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón no sólo escuche las recomendaciones de la Iglesia Católica, sino que asuma sus propuestas como parte de la contrarreforma que pretende hacer en la actual Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, tal como manifestó en su intervención pública el pasado 15 de abril en el Foro de la Razón.
Cómo viene haciendo desde hace casi un año Ruíz Gallardón amenaza, una y otra vez, con una reforma de la Ley IVE que pretende retroceder a la de antes de 1985.
Esta vez, no satisfecho con excluir el supuesto de “cuando exista malformación fetal”, también dudará del riesgo para la vida de la madre, citando textualmente una de sus afirmaciones “el peligro sobre la salud de la madre no debe ser entendido como pretexto”.

Con este último anuncio, acalla y acepta las presiones del ala de la Iglesia Católica más reaccionaria, retrograda, machista y cacique de este país, quién le acusa de “ser cobarde” y de “no estar dando los pasos hacia la resolución de un grave problema”
La Coordinadora de Organizaciones Feministas no se quedará callada ni quieta mientras escucha como un Ministro, que es el máximo responsable de Justicia y que juró cumplir la Constitución del Estado Español en el que éste se declara aconfesional, haga declaraciones como que “el nuevo articulado contempla mecanismos para que el peligro sobre la salud física o psíquica de la madre se cumpla y acredite, y no sea una mera declaración”

La legislación de la interrupción voluntaria del embarazo es una conquista social que lleva detrás décadas de lucha. Legislar el aborto libre es acabar con la hipocresía de que las ricas viajen y las pobres se desangren. Estar en contra del aborto no es abogar por la vida, es callar ante los abortos clandestinos, que matan a miles de niñas y mujeres en el mundo cada día.
Queremos recordarle a los sectores más conservadores y reaccionarios de nuestra sociedad que lo que las mujeres nunca olvidamos es nuestro derecho a decidir y que las mujeres no pedimos favores, exigimos derechos.
Consideramos, y por tanto exigimos, que la interrupción voluntaria del embarazo se tiene que realizar en condiciones de libertad, seguridad y legalidad. Por ello seguimos reclamando “una maternidad libre y responsable, un aborto seguro”