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20j :: Recuperamos la tierra y el alimento :: feminismo y soberanía alimentaria
Martes 18 de junio de 2013
En Ca la Dona, además del grupo de los huertos y las hierbas, estamos participando en la creación de una red de trabajo y debate en torno la soberanía alimentaria, desde el feminismo.
Kafeta feminista, jueves 20 de junio, a las 19h y hasta las 23h, a La Tejedora (Marià Aguiló, 35 Poblenou) -actividad no mixta.
Os proponemos debatir en torno a las formas de recuperar el control sobre la propia alimentación y transformar la gestión de la tierra y la producción de los alimentos. Contaremos con las experiencias de compañeras de los huertos urbanos de Barcelona, de las tierras expropiadas de Andalucía, de proyectos económicos rurales llevados por mujeres, de miembros de la Alianza para la Soberanía Alimentaria, y de todas las que vamos.
El movimiento feminista puede aportar mucho a la lucha por la Soberanía Alimentaria, pero el trabajo en este país es todavía incipiente. Fijaos en las propuestas de Vía Campesina (podéis leer el texto entero aquí): consumo, relación con el planeta, gestión de las tierras, uso de la energía, trabajo digno, relaciones igualitarias, etc.
“Cambiar el sistema significa:
Dejar más de dos tercios de las reservas de combustibles fósiles bajo la tierra y el fondo del océano para prevenir niveles catastróficos de cambio climático.
Prohibir las nuevas exploraciones y explotaciones de petróleo, arenas bituminosas, gas no convencional, carbón, uranio y gas natural.
Apoyar una transición justa para que l@s trabajador@s y las comunidades salgan de economías de consumo intensivo de energía y avancen hacia economías locales resilientes, basadas en la justicia social, económica y medioambiental.
Descentralizar la generación de energía y colocar su propiedad bajo control de las comunidades locales impulsando las fuentes de energía renovables. Invertir en infraestructuras energéticas locales, de pequeña escala y basadas en las propias comunidades.
Dejar de construir megaproyectos y proyectos innecesarios de infraestructura que no benefician a la población y que son contribuidores netos de emisiones de gases de efecto invernadero como son mega represas, autopistas excesivamente sobre dimensionadas, proyectos energéticos centralizados de gran escala innecesarios y aeropuertos superfluos.
Acabar con la producción industrial de alimentos en gran escala orientada a la exportación (incluyendo la producción agropecuaria) y promover sistemas de producción en pequeña escala, integrados, ecológicamente sustentables, que contribuyan a enfriar el planeta y aseguren la soberanía alimentaria en base a la provisión de alimentos nutritivos que satisfagan las necesidades culturales de las comunidades locales.
Adoptar estrategias de “Residuos-Cero” mediante el fomento de programas de compostaje y reciclado integral que remplacen el uso de incineradores de residuos que generan gases de efecto invernadero.
Acabar con el acaparamiento de tierras y respetar los derechos de
pequeñ@s agricultores, campesin@s, y mujeres. Reconocer los derechos colectivos de los pueblos indígenas conforme a la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, incluyendo sus derechos sobre sus tierras y territorios.
Desarrollar estrategias económicas que creen nuevos tipos de “empleos climáticos” –trabajos con una remuneración decente que contribuyan a la reducción de emisiones de carbono- en los sectores de las energías renovables, la agricultura, el transporte público y el reciclado de piezas industriales.
Recuperar el control de los recursos públicos para financiar proyectos para el pueblo y la naturaleza en los ámbitos de salud, educación, alimentación, empleo, vivienda, recuperación de zonas húmedas, bosques y otros ecosistemas, y eliminar los subsidios a las industrias contaminantes, al agro-negocio y a la industria militar.
Retirar de circulación los automóviles a través de la construcción de infraestructuras de transporte público limpios, adaptados a los recursos energéticos locales, no basados en motores a combustión y que sean accesibles y asequibles a toda la población.
Fomentar la producción y consumo locales de productos sostenibles para satisfacer las necesidades fundamentales de la población y evitar el transporte de bienes que pueden ser producidos en el lugar.
Detener y revertir los acuerdos de libre comercio e inversiones al servicio de las trasnacionales. Estos acuerdos promueven el comercio y las inversiones para la obtención de la máxima ganancia a costa de la fuerza de trabajo, la naturaleza y de la capacidad de las naciones de definir sus propias políticas.
Frenar la apropiación corporativa de la economía y de los recursos naturales en beneficio de las Empresas Transnacionales.
Desmantelar la industria e infraestructura militar, para así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a la guerra, y destinar los recursos del presupuesto militar a la promoción de una paz verdadera.”
Ver en línea : Ca la Dona