Mujeres palestinas toman las calles en Jerusalén

Mujeres palestinas toman las calles en Jerusalén.

Tan Indignadas estamos las mujeres palestinas de Jerusalén que tomamos las calles, y Sarah y yo estamos en las calles desde la mañana. Nosotras vimos cómo militarizaban el espacio de nuestra concentración y les dijimos todo cuanto quisimos, les demostramos que podrían poner todos los soldados y gente de seguridad que quisieran- ¡No pueden parar la resistencia de l@s palestin@s!

La declaración adjunta se encuentra en ambos idiomas, la escribimos juntas con todas las ideas y la perspicacia de las maravillosas mujeres a nuestro alrededor, y esperamos continuar nuestra lucha. Sólo viendo nuestra primera manifestación de hoy en la Puerta de Damasco una sabe que no éramos sólo las activistas feministas, no sólo las mujeres de las organizaciones de la sociedad civil y las mujeres y feministas de ONGs; eran las transeúntes, que estaban de camino hacia el zoco, y se detenían para unirse a nosotras. Eran las vendedoras que dejaban su mercancía al lado y empezaban a corear con nosotras. Cuando nos trasladamos a la segunda manifestación frente a las oficinas de la Unión Europea, las mujeres escucharon nuestras consignas, salieron de sus casas y se nos unieron; luego, cuando fuimos a la tercera manifestación frente a la Cruz Roja, de nuevo se unieron a la marcha más mujeres… Estábamos todas nosotras, procedentes de diferentes lugares, edades, posiciones, partidos políticos que unimos nuestras manos para exigir detener la masacre en Gaza… y llamar a Israel estado terrorista.

El mundo podría no oír nuestras voces y nuestras reivindicaciones, pero teníamos que hablar en voz alta, juntarnos, compartir historias de dolor y poder, mostrar nuestra solidaridad y amor unas a otras… como que el amor es una práctica de libertad.

Hacer la vista gorda ante los ataques terroristas de Israel sobre el pueblo palestino es hacerse cómplice con crímenes contra la humanidad.

Hacer la vista gorda ante las masacres de Israel en Gaza hoy es ser cómplice de la brutalidad de Israel y los ataques genocidas contra el pueblo palestino. Nosotras escribimos esta declaración para condenar enérgicamente las recientes masacres y los crímenes de guerra de Israel cometidos contra la población civil y las familias de Gaza y exigir un cese inmediato de los asesinatos indiscriminados y el fin del asedio; y rechazamos firmemente la destrucción vengativa de la propiedad, las infraestructuras y el medio de vida de nuestro pueblo en Gaza.

El despojo continuo del derecho de l@s palestin@s a la vida y a un futuro seguro, la limpieza étnica desde 1948 y de hecho el desarraigo constante, el desplazamiento, la demolición de viviendas, la fragmentación de las familias, la apropiación de tierras y el encarcelamiento crean la desesperación y condiciones de vida sin esperanzas y sofocan nuestras posibilidades para el futuro. Estar en silencio en medio de continuos crímenes, aceptar la ocupación militar y la violencia colonial, aceptar el asesinato de mujeres y hombres, jóvenes y ancianos, refugiados, campesinos y aldeanos, es aprobar las distintas maneras coloniales de despojo y negar a l@s palestin@s el derecho a una vida digna.

En el nombre de “Al-tajamo’ Al-nasawiy Almaqdasy”, un grupo de “Coalición de Mujeres de Jerusalén” y feministas del mismo lugar, de todos los segmentos de la sociedad, escribimos para expresar nuestra profunda condena de la continua pérdida de vidas, así como expresamos nuestro rechazo al silencio de las comunidades regionales y mundiales y la complicidad con el cruel proyecto sionista.

Nosotras las mujeres estamos horrorizadas por la desposesión sin fin y con el sufrimiento de nuestro pueblo, en Cisjordania, en Jerusalén y en Gaza ocupadas. Nos negamos a aceptar la violencia como parte de la vida diaria de los refugiad@s palestin@s en los diversos campos, así como entre l@s palestin@s de 1948 en Galilea, Naqab, Tringle y más. Estamos indignadas con el terrorismo del régimen colonial de los asentamientos sionistas, así como su maquinaria de opresión que inscribe el dolor y marca los cuerpos y las vidas de nuestras familias, hijas, hijos y comunidades como objetos desechables, “Otros” no humanos y entidades no reconocidas, como cuerpos desnudos y vidas desposeídas del derecho a la vida, a la seguridad, e incluso del derecho a morir con dignidad.

Hoy nos encontramos como mujeres palestinas que rechazan cualquier negación de nuestro derecho a los derechos, y que se niegan a normalizar o justificar la violencia de la ocupación y la colonización israelí, al tiempo que exigimos firmemente el fin del régimen sionista, su maquinaria y su estructura colonial violenta. Han pasado más de 60 años de violencia estructural sionista, un largo periodo de despojo continuo, desplazamiento y desarraigo. Y hoy, en Gaza y por toda la Palestina histórica, volvemos a experimentar el desplazamiento y la fragmentación de nuestras familias y de nuestras comunidades, la creación de miles de refugiados adicionales, volvemos a sufrir la muerte de palestin@s y crímenes contra nuestro pueblo, volvemos a vivir la aniquilación de nuestro futuro y de los derechos de autodeterminación, mientras que el mundo está mirando.

Hoy nos encontramos como mujeres palestinas insistiendo en nuestro derecho a resistir ante la brutalidad del régimen colonial de los asentamientos, y haciendo valer nuestro inherente derecho a defendernos. Hablamos contra la persistente criminalidad y la victimización de nuestro pueblo; exigimos el fin del silencio, el fin de la ceguera voluntaria de la comunidad internacional y la afasia colonial que rodea nuestra catástrofe, y exigimos el derecho a hablar sobre nuestro trauma y nuestra firmeza. Hoy en día nos encontramos con el poder de nuestros antepasados, el poder de nuestra perseverancia y el poder de nuestra justa causa. Nuestra esperanza para el futuro y el amor por la vida alimentan nuestra lucha contra las continuas injusticias; continuamos nuestra larga historia de resistencia popular contra el estado sionista para una vida de seguridad y dignidad. Estamos aquí para hablar –no para ser observadoras voyeuristas, no para ser sepultureras– y sostenemos nuestra lucha para vivir la vida, no para matarla!

En nombre de la justicia de nuestra causa

1.- Primero y ante todo, exigimos el cese inmediato de las masacres y los crímenes de guerra que el estado de Israel está ahora cometiendo en Gaza. Exigimos el fin inmediato de considerar legal nuestro trato injusto y le instamos a detener los continuos ataques y masacres que comenzaron en 1948 en Deir Yassin, Qufr Qasim, Eilaboon, continuaron durante las incursiones en Hebrón y Jenin e incluso en los campos de refugiados de Sabra y Shatila en el Líbano, y continúan hoy en Shejaiyya y otros barrios de Gaza. Exigimos el fin de la brutalidad, el despojo y la demonización que se marca en el cuerpo de l@s palestin@s, en las familias palestinas, en la intimidad de las mujeres, en la sexualidad de las mujeres, en los cuerpos de las mujeres, en los cuerpos de las mujeres embarazadas, en los cuerpos de las mujeres pariendo, el dolor que se inscribe incluso en los cuerpos de nuestros muertos.

2.- Hacemos una llamada a la comunidad internacional y al mundo árabe, sus hijas e hijos, para que presionen a sus gobiernos y detengan la continua Nakba, incluyendo el muy sangriento ataque a Gaza hoy.

3.- Hacemos un llamamiento a las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos y organizaciones humanitarias a trabajar juntas para ayudar a poner fin a la ocupación israelí.

4.- Exigimos el fin inmediato al castigo colectivo que supone enjaular a l@s palestin@s en prisiones cerradas y abiertas, cazar a la gente en sus hogares, en sus lugares de culto, en sus escuelas e incluso en sus cementerios.

5.- Reivindicamos la preservación de la seguridad para las valientes mujeres palestinas que continúan resistiendo la opresión colonial a través de su contribución diaria, sus intentos cotidianos para brindar seguridad y protección a los más vulnerables de nuestra gente – sus seres queridos, sus bebés incluso en sus vientres, sus estudiantes, sus jóvenes, nuestr@s niñ@s, l@s ancian@s y necesitad@s – y para preservar nuestra historia, cultura y continuidad como pueblo.

6.- Instamos a la comunidad feminista internacional, incluyendo premios Nobel y otras activistas, a levantarse frente a la continua violencia que se dirige hacia los individuos palestinos y nuestra sociedad en su conjunto, y para trabajar fuertemente en la prevención de continuas masacres, el desplazamiento forzoso y la destrucción de nuestro tejido social.

7.- Hacemos una llamada a todos los pueblos del mundo que han sufrido atrocidades, deshumanización, desplazamientos y crímenes de guerra para estar con nosotras y hacer oír su voz.

8.- Exigimos la rendición de cuentas de los criminales, tanto si estos delincuentes son los representantes del Estado de Israel, organizaciones privadas o individuos, y detener a Israel por sus crímenes de guerra y obligar al Estado a respetar los Tratados Internacionales como la 4ª Convención de Ginebra, el Estatuto de Roma y otros tratados relacionados.

9.- Instamos a todas las personas de conciencia a apoyar el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), desinvertir en Israel, imponerle sanciones económicas y excluir a Israel mientras sea definido como Estado terrorista.

Firmado por la Coalición de Mujeres de Jerusalén -25 de julio 2014
(La Coalición incluye a las mujeres de todos los sectores de la sociedad palestina, con todas sus diferencias)
Traducción del inglés: Sofía Segura, MdN de Sevilla

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As outraged as we are, Palestinian women in Jerusalem took to the streets, and Sarah and myself were in the streets since the morning. We saw them militarizing our demonstration’s space, and told them all we want; we showed them that they could put all the soldiers and security people they want - they can’t stop Palestinians from resisting.

The statement attached is in both languages- we wrote it together with all the wonderful women’s ideas and insights around me, and we hope to continue our struggle. Just watching our first demonstration today at Damascus Gate, one learns that it was not only us feminist activists, it was not only women that are running civil society organizations and women and feminist NGO’s; it was women passersby, that were on their way to the market/suq, and stopped to join us. It was women sellers that left their merchandise on the side, and started chanting with us. When we moved to the second demonstration opposite the EU offices, women heard our slogans, came out of their houses and joined us; then when moving to our third demonstration opposite the Red Cross, again, more women joined the march..........It was all of us, from the various places, ages, positions, political parties that joined hand in hand to demand stopping the massacres in Gaza....and call Israel a terrorist state.

The world might not hear our voices and our demands, but, we needed to speak loudly, we needed to gather, to share stories of pain and power, show our solidarity and love to each other....as Love is a practice of freedom.

Turning a Blind Eye to Israel Genocidal Attacks on the Palestinian People is Complicity with Crimes against humanity
To turn a blind eye to Israel massacres in Gaza today is to be complicit about Israel brutality and genocidal attacks against the Palestinian people. We are writing this statement to strongly condemn Israel most recent massacres and war crimes committed against civilians and families in Gaza, and demand an immediate cessation of the indiscriminate killings, an end to the siege, and we fiercely reject the vengeful destruction of property, infrastructure, and the livelihood of our people in Gaza.

The continuous dispossession of Palestinians; right to life and to a safe future, the ethnic cleansing of Palestinians since 1948, and indeed the constant uprooting, displacement, housing demolitions, fragmentation of families, land grabbing, and incarceration, create desperate and hopeless living conditions and stifle our possibilities for the future. To be silent amidst the continuous criminalities, to accept military occupation and colonial violence, to accept the killing of women and men, young and old, rural, refugee, and villagers, is to approve the various colonial modes of dispossession, and deny Palestinians the right to a dignified life.

In the name of Al-tajamo Al-nasawiy Almaqdasy, a group of;"Coalition of Jerusalemite Women" and Jerusalemite feminists from all segments of society, we write to convey our deep condemnation of the continuous loss of lives, as we express our rejection to the silence of the global and regional communities and complicity with the cruel Zionist project. We women are appalled with the unending dispossessions and mundane suffering of our people in occupied Gaza, the West Bank, and Jerusalem. We refuse to accept violence as part of the daily lives of the Palestinian refugees in the various camps, as well as among Palestinians of 1948 in the Galilee, Naqab, Triangle, and more. We are outraged with the terrorism of the Zionist settler colonial regime, as well as its machinery of oppression that inscribes pain and marks the bodies and lives of our families, daughters, sons, and communities as disposable objects, non-human Others and unrecognized entities, as naked bodies and lives, dispossessed of the right to life, to safety, and even to the right of dying in dignity.

Today we stand as Palestinian women who reject any denial of our right to rights and refuse to normalize or justify the violence of the Israeli occupation and colonization, while firmly demanding an end to the Zionist regime, machinery, and its violent colonial structure. Over 60 years of Zionist structural violence have passed, a long period of continuous dispossession, displacement, and uprooting. And today, in Gaza, and throughout all of historic Palestine, we re-experience the displacement and fragmentation of our families and our communities, the creation of thousands of additional refugees; we re-experience Palestinian death and crimes against our people; we re-live the annihilation of our future and rights for self-determination, while the world is watching.

Today we stand as Palestinian women insisting on our right to resist the brutality of the settler colonial regime, and asserting our inherent right to defend ourselves. We speak against the persistent criminality, against and victimization of our people; we demand an end to the silence, an end to the international community;s willful blindness, and the colonial aphasia that surrounds our catastrophe, and we demand the right to speak out about our trauma and our steadfastness. Today we stand with the power of our ancestors, the power of our steadfastness, and the power of our just cause. Our hope for the future and love of life fuel our struggle against continuous injustices; we continue our long history of popular resistance against the Zionist state for a life of safety and dignity. We stand here to sayâ do not be voyeuristic observers; do not be gravediggers; and support our struggle to live life, not die it!

In the name of the justness of our cause:

1. First and foremost, we demand an immediate end to the massacres and war crimes that the Israeli state is now committing in Gaza. We demand an immediate end to the legality of our victimhood- despite our Sumud/steadfastness—and urge you to stop the continuous attacks and massacres that started in 1948 in Deir Yassin, Qufr Qasim, Eilaboon, continued during the incursions in Hebron and Jenin, and included Sabra and Shatila Refugee Camps in Lebanon, and continue today in Shejaiyya and other neighborhoods of Gaza. We demand an end to the brutality, dispossession and demonization that is marked on the Palestinian body, on the Palestinian family, on womens intimacy, on womens sexuality, on womens bodies, on women;s pregnant bodies, on womens birthing bodies, the pain that is inscribed even onto the bodies of our dead.

2. We call on the international community and the Arab world, its daughters and its sons, to pressure their governments, and stop the continuous Nakba, including the very bloody attack on Gaza today.

3. We appeal to civil society organizations, regional organizations and international human rights and humanitarian organizations to work together to help end the Israeli occupation.

4. We demand an immediate end to collective punishment that is caging Palestinians in closed and open prisons, that is hunting people in their homes, in their places of worship, in their schools, and even in their graveyards.

5. We claim the preservation of safety for the brave Palestinian women that continue resisting colonial oppression through their daily contributions, including daily attempts to provide safety and security for the most vulnerable among our peopleâtheir beloved ones, their babies even when in their wombs, their students, their youth, our children, the elderly, and those in need;and to preserve our history, culture and continuity as a people.

6. We urge the international feminist community, including Nobel laureates and other feminist activists, to stand up against the continuous violence that is directed towards Palestinian individuals and our society as a whole, and to work harder in preventing continuous massacres, forced displacement, and destruction of our social fabric.

7. We call on all people of the world who have suffered from atrocities, dehumanization, displacement, and war crimes to stand with us and make their voices heard.

8. We demand holding the criminals accountable, whether these criminals are representatives of the Israeli state, private organizations, or individuals, and holding Israel accountable for its war crimes and compelling the state to respect international treaties including the 4th Geneva convention, the Rome statute, and other related treaties.

9. We urge all people of conscience to support the Boycott, Divestment, and Sanctions (BDS) Movement, divesting from Israel, imposing economic sanctions on Israel, and excluding Israel while defining it as a terrorist state.

Signed by the Coalition for Jerusalemite Women

(The Coalition includes women from all segments of Palestinian society, with all its differences)