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La Televisión Pública y las Contradicciones del Patriarcado

Leire Groven- FeministAlde

Domingo 12 de octubre de 2014

Bilbao, 24/09/14

LA TELEVISIÓN PÚBLICA Y LAS CONTRADICCIONES DEL PATRIARCADO

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El 15 de junio de 2014 EITB, la televisión pública vasca, emitió el primer capítulo del dating show “Cuadrilla busca cita”. El programa se basa en presentar candidatas a un grupo de amigos que van a elegir a una de las mujeres como posible pareja para el amigo soltero de la cuadrilla.

Desde el primer momento el programa está cargado de contenidos sexistas que refuerzan los estereotipos de género más rancios y arcaicos. Se presenta un modelo de masculinidad y feminidad hegemónica donde los hombres son sujetos activos y las mujeres objetos pasivos. Se refuerza la hetero-normatividad como único modelo de relación posible y se presenta a las personas como medias naranjas que no encuentran su totalidad si no es en pareja. Eso sí, pareja heterosexual.

La primera emisión del programa no deja lugar a dudas: mujeres sometidas a un casting sin filtro, desfilando entre un grupo de hombres que analizan lo que están viendo, son bombardeadas a preguntas de todo tipo: si fueras un animal, ¿qué animal de cama te gustaría ser? chúpate el dedo para ver cómo lo haces; qué posturas te gustan más… preguntas que en principio, decidirán quién es la mejor candidata para el amigo soltero de la cuadrilla. Un joven de 30 años “que necesita una mujer para asentar la cabeza”… ¡plato doble de estereotipos servido!

El Movimiento Feminista lleva años trabajando por enfrentar los estereotipos, demostrar que la diversidad en los tipos de relaciones es un valor añadido y que las mujeres no son objetos ni los hombres los únicos sujetos activos. También se ha logrado que, poco a poco, las instituciones públicas asuman la responsabilidad que tienen para con la igualdad entre mujeres y hombres. No solo para lograr la igualdad legal, si no la responsabilidad que tienen a la hora de garantizar las estructuras necesarias para fomentar la igualdad real, realidad que a día de hoy dista mucho de ser lograda.

Programas como éste, tiran por la borda todo el trabajo y compromiso asumido en materia de igualdad de un solo plumazo. También Emakunde, el Instituto Vasco de la Mujer del País Vasco, dependiente del mismo organismo que la televisión pública vasca, advirtió a EITB del error que suponía emitir un programa de estas características, pero no fue suficiente. Las recomendaciones de la entidad más representativa del Parlamento Vasco en materia de igualdad no fueron escuchadas para prevenir esta situación y la bomba estalló en el mismo momento de emitir el primer programa: las redes sociales se encendieron, el hastag en euskera “EITBn eduki sexistarik ez” (no más contenidos sexistas en la EITB) fue trending topic, personalidades del mundo de la cultura vasca, el arte, periodistas, músicos y músicas, bertsolaris, dirigentes políticos de todos los colores y un largo etcétera se sumaron a las quejas, y el movimiento feminista respondió activa y contundentemente ante semejante aberración.

La primera pregunta es ¿para qué existe la Ley 4/2005 de Igualdad Entre Mujeres y Hombres en la CAPV? Los medios de comunicación deberían tener una función específica a la hora de promover valores que no vayan en contra de la igualdad entre mujeres y hombres y fomenten actitudes machistas y estereotipadas. “Cuadrilla busca cita” es un síntoma de una grave enfermedad que nos encontramos cada día. Los medios están plagados de mensajes que no hacen otra cosa que ir en contra de las recomendaciones en materia de igualdad, y lo que no se puede permitir es que un medio público, fomente relaciones basadas en estructuras machistas y arcaicas.

Para el movimiento feminista de Euskal Herria la pregunta fue muy sencilla: ¿Cuál es el objetivo de un canal público, que se financia con el mismo dinero con el que se ponen en marcha políticas de igualdad que precisamente quieren acabar con las estructuras de desigualdad entre mujeres y hombres, al emitir un programa de estas características? ¿Reforzar las relaciones de poder? ¿Impulsar relaciones afectivo-sexuales que fomenten la violencia sexista?

En esta situación, el Movimiento Feminista de Euskal Herria solicita una reunión con la dirección de la cadena pública con el objetivo de buscar posibles soluciones, y ante la oleada de quejas, EITB decide retirar el programa. Una victoria para toda la sociedad, pero no suficiente. Se mantiene la reunión con la dirección porque entendemos que un agente de socialización tan representativo como son los mass-media tiene que asumir responsabilidades para que esto no vuelva a ocurrir.

El Movimiento Feminista de EH solicita la creación de una unidad de igualdad que garantice la revisión de todos los programas desde una perspectiva feminista y la no emisión de contenidos sexistas. Cuadrilla busca cita se convierte en el programa más representativo de esta realidad que exponemos, pero hay muchas otras categorías y tipos de programación que deben ser revisados. Es imprescindible poner los recursos necesarios para garantizar un trabajo continuo y transversal desde la perspectiva de género, por lo que la creación de una unidad de igualdad en la televisión pública vasca debe ser prioritario.

También se solicita que el movimiento feminista se considere un interlocutor entre la ciudadanía y la cadena pública. Consideramos imprescindible facilitar los canales de comunicación necesarios para asegurar una programación que responda a las reivindicaciones de la sociedad en materia de igualdad.

Pero el logro más significativo de todo lo que ha supuesto este revuelo ha sido la respuesta clara y contundente de diferentes agentes de la sociedad, así como de la ciudadanía en general. Cuando suceden casos como este, o como ha ocurrido con el speaker del mundial de basket que ha sido destituido por hacer un comentario sexista sobre las cheerleaders (“¿Quién pudiera pasar una noche con cualquiera de estas chicas?”), salta la alarma. Las redes sociales y la rapidez en la capacidad de respuesta han hecho que situaciones que antes pasaban desapercibidas puedan ser denunciadas. Pero también pueden tener un efecto perverso.

Existe un doble discurso: aquello que es lo políticamente correcto, que respondería a lo que las Leyes dictan, dicho resumidamente, y aquello que está en el imaginario social. Es decir, ¿cómo gestionamos esta situación cuando las mujeres siguen siendo presentadas continuamente como objetos de deseo, pasivos? Si en el ciclismo, en el baloncesto, en las carreras de motos, coches… incluso en los espacios donde ellas mismas son protagonistas activas, como deportistas, cantantes o actrices, siguen apareciendo como objetos, ¿Cómo hacemos para que en el imaginario social las mujeres no aparezcan como trozos de carne? ¿Cómo hacemos para que se entienda que casos como éste no pueden ni deben ser aceptados en una sociedad como la nuestra? Mientras esto siga así, situaciones como la retirada del programa Cuadrilla busca cita o la destitución del presentador del mundial de basket, se vivirán como una exageración, un tema superficial.

Y esto ocurre porque no se ahonda en lo que realmente significa, para la erradicación de las desigualdades entre mujeres y hombres, la continuidad de este tipo de programas o la aceptación de comentarios y actitudes sexistas en nuestro día a día.
La cultura de la violencia se alimenta de este discurso, del imaginario social que continua reforzando los estereotipos de género más arcaicos y fomenta el mantenimiento del sistema patriarcal. Y eso también se refleja en las propias reacciones de muchos sectores de la sociedad que ven la retirada de este programa como un ataque a libertad de expresión. Como una actividad de censura. Este tema nos queda pendiente, sí. Es imprescindible analizar dónde acaba la libertad de las personas y dónde empieza el ataque a la dignidad de las mismas. El discurso del “todo vale” tiene muchos peligros que hay que valorar desde varios ámbitos, y esta también es una asignatura pendiente dentro del debate desde el feminismo.

¿Radicales? Sí, por supuesto. Porque o vamos a la raíz del problema, o todo lo que hagamos serán parches; pequeños remiendos. Porque o asumimos que el cambio tiene que ser estructural y multilateral o seguiremos fomentando la desigualdad entre mujeres y hombres.

La retirada del programa Cuadrilla busca cita fue un triunfo. Y como tal nos felicitamos. Pero el debate continua…

Leire Groven- FeministAlde